Por Martha Guardado | Lumen El Salvador
El Papa Franciso desarrolló hoy su cuarta catequesis sobre el discernimiento, esta vez subrayó que otro elemento importante de este proceso es conocerse a sí mismo “a menudo no sabemos discernir porque no nos conocemos lo suficiente”.
“Conocerse a uno mismo no es difícil, pero es fatigoso”
Según explicó el Papa, conocerse implica una gran excavación interna que debe hacerse con paciencia, pues requiere la capacidad de detenerse y de “apagar el piloto automático”, ya que ese momento ayuda a adquirir conciencia sobre los sentimientos y pensamientos recurrentes y condicionantes que habitan a cada uno.
“Requiere también distinguir entre las emociones y las facultades espirituales. “Siento” no es lo mismo que “estoy convencido”; “tengo ganas de” no es lo mismos que “quiero”. Así se llega a reconocer que la mirada que tenemos sobre nosotros mismos y sobre la realidad a veces está un poco distorsionada. ¡Darse cuenta de esto es una gracia!”, profundizó Su Santidad.
La importancia de conocer las “contraseñas”
El Pontífice recalcó que del mismo modo en que en la actual era de la informática es importante cuidar los datos personales a través de contraseñas; también la vida espiritual tiene sus “contraseñas” que son “palabras que tocan el corazón porque remiten a aquello por lo que somos más sensibles. El tentador, es decir el diablo, conoce bien estas palabras-clave, y es importante que las conozcamos también nosotros, para no encontrarnos ahí donde no quisiéramos”.
En relación a eso, el Santo Padre explicó que la tentación no invita necesariamente a cosas malas, sino que puede ser a situaciones desordenadas que el “tentador'' las presenta de una forma atractiva que hipnotiza.
Pero, estas cosas “bellas” son ilusiones con promesas incumplibles “y así nos dejan al final con un sentido de vacío y de tristeza. Ese sentido de vacío y de tristeza es una señal de que hemos tomado un camino que no era justo, que nos ha desorientado. Pueden ser, por ejemplo, el título de estudio, la carrera, las relaciones, todas cosas en sí loables, pero hacia las cuales, si no somos libres, corremos el riesgo de nutrir expectativas irreales, como por ejemplo la confirmación de nuestro valor”, sostuvo el Papa.
Examen de conciencia general de la jornada: una herramienta para conocernos
El Papa Francisco recalcó en que un examen de conciencia de la jornada diaria contribuye a identificar qué ha ocurrido en el corazón durante el día y se aprende a “notar en las valoraciones y en las decisiones aquello a lo que damos más importancia, qué buscamos y por qué, y qué hemos encontrado al final. Sobre todo aprendiendo a reconocer qué sacia mi corazón. Porque solo el Señor puede darnos confirmación de lo que valemos. Nos lo dice cada día desde la cruz: ha muerto por nosotros, para mostrarnos cuánto somos valiosos a sus ojos”.
También mencionó que esta visualización interna ayuda a verificar qué situaciones hacen reaccionar, hacer un recorrido de los sentimientos, y ver qué es lo que atrae al corazón.
Al finalizar su catequesis, el Santo Padre aclaró que la oración y el conocimiento de uno mismo consienten el crecer en libertad “s on elementos básicos de la existencia cristiana, elementos preciosos para encontrar el propio lugar en la vida”.