Nuestra Señora de la Paz: ruega por la paz en El Salvador y el mundo entero
22/11/2022 11:25 am

Martha Guardado | Lumen El Salvador

Cada año se celebra la Solemnidad de la Reina de la Paz en San Miguel durante el 20 y 21 de noviembre, esta fiesta es considerada una de las más importantes de El Salvador, ya que dicha advocación mariana lleva el título de Patrona de dicha nación. 

Su historia se remonta al año 1692 en el Golfo de Fonseca, se dice que allí algunas personas del lugar encontraron una caja de madera totalmente sellada y no pudieron abrirla. En vista de la imposibilidad, solicitaron un burrito a uno de los lugareños para llevar la caja a la Ciudad de San Miguel. 

El viaje se prolongó por varios días debido a las condiciones escabrosas del camino y por los peligros de los piratas ingleses que acechaban la zona. Sin embargo, el 21 de noviembre del mismo año, el burrito que cargaba la caja de madera detuvo su andar cuando cayó al suelo en la plaza pública que estaba frente a la antigua iglesia, donde actualmente está la Catedral de San Miguel, y de ningún modo se levantó.

Debido a lo que sucedió, decidieron abrir la caja en ese lugar y, para sorpresa de todos, descubrieron la bella imagen tallada en madera de la Virgen María sosteniendo al niño Jesús en sus brazos. 

Se dice que nunca pudieron comprobar el origen de la caja y hacia qué destino se dirigía, lo cierto es que su descubrimiento marcó el acontecer de la época; luego de la noticia cesaron las disputas fratricidas que suscitaban en ese momento. 

Se colocó la imagen en el atrio de la iglesia y frente a ella quienes estaban en guerra juraron dejar a un lado el odio para que en su corazón habitara la paz, fraternidad, y reconciliación. Desde ese momento, surgió el título de Nuestra Señora de la Paz. 

Muchos milagros se le atribuyen a su intercesión desde entonces, entre ellos uno de los más conocidos se sitúa en 1787, año en que el volcán de Chaparrastique hizo erupción. 

Entre angustia y desesperación, pero inundados de fe, sacerdotes y religiosos franciscanos exhortaron al pueblo a que pidieran misericordia a Dios e invocaran la intercesión y protección de la Virgen de la Paz. 

En ese momento, decidieron sacar la imagen de la Nuestra Señora a la puerta principal de la antigua parroquia, a su vez, los pobladores gritaron “Sálvanos Reina de la Paz”. De inmediato pudo observarse que la lava volcánica tomó otra dirección. Luego de la obra milagrosa, en el cielo y cerca del cráter volcánico, se formó la figura de una palma, por esta razón actualmente se puede apreciar que la imagen sostiene una palma dorada en honor a ese milagro. 

La coronación pontificia se realizó el 21 de noviembre de 1921, y la Sagrada Consagración de Ritos se constituyó el 10 de octubre de 1966 con el Papa Pablo XV; desde entonces se rinde devoción y privilegios litúrgicos a Nuestra Señora de la Paz como Patrona de El Salvador. 

Cabe destacar que San Óscar Arnulfo Romero fue muy devoto de la Virgen de la Paz, y constantemente en sus homilías acudía a su intercesión para pedir por las conversiones y el cese de los conflictos fratricidas en el país. Además, actualmente es patrona de las Siervas de Misericordia de Dios en El Salvador. 

Acudamos a Nuestra Señora de la Paz con la siguiente oración: 

Virgen Santísima, Madre de Dios Reina de la Paz y Patrona de El Salvador. Venimos a tus pies ahora que se cumplen cien años de tu coronación pontificia. Este pueblo hoy quiere coronarte con su amor y con la imitación de tus virtudes: la caridad misericordiosa con los más pequeños y sufridos, la unidad en las familias y matrimonios, la cercanía con los más pobres y necesitados, en cumplimiento fiel a todos los mandatos de tu Hijo.

Madre bendita, Reina de la Paz, acoge a nuestra nación sufrida y necesitada de fuerza, salud y esperanza renovada. Reina de la Paz abraza bajo tu mirada dulce y cariñosa a la Iglesia para que desaparezca el virus de la indiferencia y del mal y llegue pronto la salud y la vida.

Que el Divino Salvador del mundo derrame sobre nosotros a través de tus amorosas manos toda bendición y consuelo.

 
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